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Por primera vez, ANDE utilizará torres de alta tensión “made in Paraguay”
Esta mañana, un consorcio de nueve empresas metalúrgicas paraguayas de mediano porte entregará a la ANDE la primera partida de piezas de un total de 60 torres de alta tensión, que a la vez son las primeras de su tipo en ser fabricadas en nuestro país. “Para nuestro gremio es como un pequeño día histórico”, manifestó ayer a ABC Color el industrial Walter Bogarín tras completar la carga.
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En su fábrica, el industrial Walter Bogarín explicó a ABC los detalles técnicos del contrato y de las torres.
“Lo mejor de todo esto es que el contrato firmado en su momento con la ANDE y la entrega que vamos a hacer ahora demuestran que el sector industrial nacional, en este caso el metalúrgico, puede cuando se le da la oportunidad”, dijo ayer Walter Bogarín, representante del Consorcio Metalúrgico Paraguayo, que hoy va a comenzar a cumplir con el primer contrato que ha firmado con la empresa estatal de electricidad para la provisión de torres de alta tensión.
La primera partida será de 25 toneladas en diversas piezas (cada torre tiene casi 4 toneladas cada una), a lo que seguirán inmediatamente otras cargas, porque en esta semana se prevé la entrega de por lo menos de 75 toneladas.
En total, las 60 torres y otras estructuras anexas menores que forman parte de este paquete contractual representan alrededor de 400 toneladas, explicó Bogarín. En cuanto al monto del negocio, señaló que la licitación que se adjudicaron es por un millón y medio de dólares.
Anteriormente, como las plantas industriales del sector son en su mayoría de pequeña y mediana capacidad, no podían aspirar a un contrato de este tipo con la ANDE, por lo que nueve de ellas decidieron juntarse en un consorcio para superar ese obstáculo.
La lista incluye a Wal Metalúrgica y Construcciones, L’Acerie SA, Corsat SRL, Felipe Aghemo, GA Ingeniería SRL, Metalúrgica Vera, Domec SRL, Wilco Tornería y Cromado y la firma Empac.
Innovaciones y proyectos
Bogarín sostuvo que además del negocio en sí y de la oportunidad abierta para la industria local, el contrato con la ANDE supuso automáticamente el mejoramiento de las plantas fabriles integrantes del consorcio, pues se pusieron mano a la obra para adquirir de inmediato nuevas máquinas, que finalmente fueron importadas de Estados Unidos y Alemania.
Pero no solamente eso, pues la expectativa generada con esta confianza depositada en las firmas nacionales ha hecho que las mismas se propusieran ahora un proyecto más ambicioso, como el de tener una fábrica del consorcio para producir todas las piezas en un solo lugar.
Según la fuente, en las condiciones actuales las piezas van pasando por las distintas plantas fabriles, y después de que cada una de ellas hizo su parte, los diversos componentes metálicos son llevados a Wal Metalúrgica para el proceso de terminación, principalmente el “zincado” (baño de zinc a 450 grados de temperatura).
Volviendo al proyecto de una única planta para la fabricación de torres de alta tensión y productos similares, Bogarín adelantó que incluso ya adquirieron un predio de 15 hectáreas en Villeta, lo que indica que a mediano plazo esa idea podría volverse realidad.
Acero de Turquía
Con respecto a la materia prima, el empresario indicó que hicieron una importación de Turquía, pues se trata de un acero muy específico (acero estructural ASTM A-572 Grado 50), que aunque hay en la región, tiene mejor precio, calidad y mejor plazo de entrega en otros sitios. Por ejemplo, indicó que comprando de Brasil, se consigue a US$ 1.100 la tonelada a entregar en 120 días, mientras que los de Turquía venden a US$ 950, con entrega en solo 60 días.
“Son experiencias que se van adquiriendo”, apuntó el industrial metalúrgico.
“Con Itaipú es difícil”
Para las industrias metalúrgicas nacionales de mediano porte es aún imposible aspirar a realizar trabajos para la Itaipú Binacional, porque los requisitos son inalcanzables. “Por ejemplo, para ello, una empresa debe tener activos por alrededor de US$ 18 millones y nosotros apenas llegamos a US$ 2 millones en el mejor de los casos”, dijo el empresario Walter Bogarín. Aclaró que con la ANDE también era imposible en otros tiempos, porque pedía por ejemplo “experiencia previa”, lo que por supuesto no había. Las cosas cambiaron sin embargo con Sixto Amarilla, anterior titular de la ANDE, y el año pasado se firmó este primer contrato.
La primera partida será de 25 toneladas en diversas piezas (cada torre tiene casi 4 toneladas cada una), a lo que seguirán inmediatamente otras cargas, porque en esta semana se prevé la entrega de por lo menos de 75 toneladas.
En total, las 60 torres y otras estructuras anexas menores que forman parte de este paquete contractual representan alrededor de 400 toneladas, explicó Bogarín. En cuanto al monto del negocio, señaló que la licitación que se adjudicaron es por un millón y medio de dólares.
Anteriormente, como las plantas industriales del sector son en su mayoría de pequeña y mediana capacidad, no podían aspirar a un contrato de este tipo con la ANDE, por lo que nueve de ellas decidieron juntarse en un consorcio para superar ese obstáculo.
La lista incluye a Wal Metalúrgica y Construcciones, L’Acerie SA, Corsat SRL, Felipe Aghemo, GA Ingeniería SRL, Metalúrgica Vera, Domec SRL, Wilco Tornería y Cromado y la firma Empac.
Innovaciones y proyectos
Bogarín sostuvo que además del negocio en sí y de la oportunidad abierta para la industria local, el contrato con la ANDE supuso automáticamente el mejoramiento de las plantas fabriles integrantes del consorcio, pues se pusieron mano a la obra para adquirir de inmediato nuevas máquinas, que finalmente fueron importadas de Estados Unidos y Alemania.
Pero no solamente eso, pues la expectativa generada con esta confianza depositada en las firmas nacionales ha hecho que las mismas se propusieran ahora un proyecto más ambicioso, como el de tener una fábrica del consorcio para producir todas las piezas en un solo lugar.
Según la fuente, en las condiciones actuales las piezas van pasando por las distintas plantas fabriles, y después de que cada una de ellas hizo su parte, los diversos componentes metálicos son llevados a Wal Metalúrgica para el proceso de terminación, principalmente el “zincado” (baño de zinc a 450 grados de temperatura).
Volviendo al proyecto de una única planta para la fabricación de torres de alta tensión y productos similares, Bogarín adelantó que incluso ya adquirieron un predio de 15 hectáreas en Villeta, lo que indica que a mediano plazo esa idea podría volverse realidad.
Acero de Turquía
Con respecto a la materia prima, el empresario indicó que hicieron una importación de Turquía, pues se trata de un acero muy específico (acero estructural ASTM A-572 Grado 50), que aunque hay en la región, tiene mejor precio, calidad y mejor plazo de entrega en otros sitios. Por ejemplo, indicó que comprando de Brasil, se consigue a US$ 1.100 la tonelada a entregar en 120 días, mientras que los de Turquía venden a US$ 950, con entrega en solo 60 días.
“Son experiencias que se van adquiriendo”, apuntó el industrial metalúrgico.
“Con Itaipú es difícil”
Para las industrias metalúrgicas nacionales de mediano porte es aún imposible aspirar a realizar trabajos para la Itaipú Binacional, porque los requisitos son inalcanzables. “Por ejemplo, para ello, una empresa debe tener activos por alrededor de US$ 18 millones y nosotros apenas llegamos a US$ 2 millones en el mejor de los casos”, dijo el empresario Walter Bogarín. Aclaró que con la ANDE también era imposible en otros tiempos, porque pedía por ejemplo “experiencia previa”, lo que por supuesto no había. Las cosas cambiaron sin embargo con Sixto Amarilla, anterior titular de la ANDE, y el año pasado se firmó este primer contrato.
29 de Agosto de 2011
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